jueves, 12 de diciembre de 2019

34 poemas, el veinte y dos y la libanesa



Obstinada, jarra llena de agua, la libanesa. 
Una vez apretados los labios palpa
la cocina, y escoge utensilios, los colores,
alisa la mirada, se ajusta.
La abaya y las moscas le huyen a eso,
tan humano, queriendo ahogarse.

De espaldas y desde el kabkab hay días
que se caen los ojos. Casi se le ocurre
desear algo, insinuar una opinión.
A veces, cuando el bochorno es insoportable
y chillan las golondrinas, una gota,
por la barbilla, engorda
antes de lanzarse al vacío.

Y en el momento menos esperado
pone cada aleph
en su sitio, acomoda
un invisible tantour, 
manotea las sobras,
y a punto de estrellarse, 
bobina entre los claveles
sobre el mantel
los deseos del púrpura,
presunto alguacil que la espiará
el resto del día

ir de un lado a otro.

No hay comentarios: