lunes, 8 de abril de 2013

La uña

Cardenal Don Fernando Nino de Guevara (1600), El Greco




La uña del pulgar se le había roto. Se me cayó, dijo. Levantó la zurda y sacó el dedo perdonando a un gladiador, para que no hubiera duda. Dos meses. No recordaba si alguna vez había tenido dos meses para criar una uña y que le creciera al punto que se cayera por su propio peso. Dos días antes, el domingo, pelando una banana, le había notado la uña y le había dicho que no estaba seguro por qué me desagradaba. Algo no está en su sitio. No parece tu mano. Me recordaba, le expliqué, al dependiente del Walgreen, al chico que trabaja en el departamento de las fotografías. Lleva unas postizas, blancas y puntiagudas, vampiresas. Lo vi de negro caminando en New York  Avenue.  Llevaba un estuche de guitarra en la espalda, añadí. Manos parecidas a la de un muerto. Pensé. Pero no se lo dije. Si están verdes las bananas te podrían dar dolor de estómago. De niño las comía cuando estaban casi negras. Me gustaban calientes. Las ponía al sol. Después corría al baño. Y casi sonrió. Antes de tirar la cáscara hizo un gesto, desde la derecha, que conozco bien. ¿Por qué la otra uña no te creció a la par? Parece que tengo una parte muerta. Y no quise decir nada. No quise hablar de la muerte. Ni mencionarle unas uñas que se me habían quedado en la memoria. Las de un hombre muerto sentado en una sala y por donde entra la luz de un patio y se oye la nieve derretida caer de los techos en un constante chorro.  Lo que le dije fue que si alguna vez le interesaba ver una mano misteriosa debía buscar el cuadro de El Greco “El Niño de Guevara”. Esa mano me estremece, le dije. ¿Te recuerdas del libro que me compraste cuando comencé a enseñar los cursos de arte? En Time Square, creo. El tipo usa unos lentes. La mano encrespada. Como la del Papa Inocencio X. El de  Velázquez. Oh. ¿El de Francis Bacon? Ese. ¿El que te hizo escribir el poema de la carne cuando murió mi madre? Ese, sí. ¿Dónde se habrá metido el libro? Hace años que no lo veo. Oye, ¿no crees que sea un anacronismo llevar lentes en la época de El Greco? No sé. Google it. La exposición de El Greco en Japón termina el 7 de abril. No pensé que aguantara dos meses. Mira, la encontré en el piso. Y la puso en la mesa, delante de mí. La encontré en el piso, repitió. Te la guardé. Por si quieres comértela luego. Gracias. Sí, sí. Luego, le dije.

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