miércoles, 28 de diciembre de 2016

Sobre algunas disensiones por discernir


Sea watchers (1952) y Edward Hopper

Queremos a Newport irnos. Lejos. Meter el puerto y el puerro este. En una sola sílaba. Amistad en la carne. Ámbito lado de un naufragio. Lejos. Quedar expuestos. Porque se lo hemos pedido a cada pastilla, a cada consulta que brinde un fin que pringue la vara. Pecar de cebo en lo que cae la tarde al oeste de Nueva Jersey en fases de un haiku libre. Y su fricción tan normal regrese al costado. Y no haya provenir que no sea el índice indicando diverticulitis.

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