Stadtbild Madrid (1968) y Gerhard Richter |
Por La Plaza cruza La Inmóvil. El truco. 400 palomas demás sobre el hombre del hombro
desnudo. Y una serie de gente vestida con los últimos acervos y fibras. La
doma. El conjunto de una picadura de infinitos insectos (intersecciones,
secciones, filigranas) desde un rupestre andamio que lo vio (todo) un día bajo
la lumbre del hacho. Primerizo amarillo del tizne sobre las prensas de la
arena. La humedad perfecta y los grafos percutiendo. En fin, esas casualidades
de lo que nunca se pierde y nos llega como en una plaza donde se estaciona el
heladero y su sueño es su campana, la dulzura de cuanto allí se ha vuelto a
derretir millones de veces.
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