1
La nieve. Descolgada,
pupusas. O . Y. Gardenias. El doblaje- aceres-
nuestro rastro unánime, paralelas contundencias, al garguero y los dioses. Qué
nos queda. Duplicidad. Antojos. Se echa este ajiaco, a la postre, pulcritud, y uno
cree que es tan blanca como aquello dónde se creía ser esto por aquel carbón de
la gramática condenada al silencio. Por favor.
2
Protistas. A) No
tan rápidas como la acetona. B) Revolotean las golondrinas a ras de la catedral.
C) Los dientes picados en formas de lo que quieres que muerdan. D) Aplanadora. E)
Punguistas, las muy putas. F) Devaluación de una lista de pre-seres preparada
para denominar la estirpe. G) Y su océano.
H)
Como el yodo.
Columpio al escepticismo. Una estrategia determinando que este mundo, repetido,
vulcaniza el espectáculo, para no volver. Imita los cancioneros. Una latitud
del flaqueo arde en la paráfrasis del exterminio. Después. Y halla una solución
mas allá. De la explosión. Del gusano blanco antes de desenrollarse en las
costas.
4
Uno, almágana en
tensión, jarra vertida, pone su sufragio. Un remendón, pululos y lastimero,
hace tres quiebros, como Messi, y nadie vuelve a pensar en el dolor; pues, otrora,
más que ubre es vaca para llenar las tensiones y espitar el cubo de leche
fresca y pasterizada. En caso que se quiera llevar democráticamente.
5
Y es, en teoría,
repito, una pista. Participio. Delirio. A la par del descuartizo- unas cervezas
frías- el rumor en las lagunas saladas de California del Sur, los pelicanos
blancos. ¿Calcificaciones en el estado libre
de la belleza. Alguna vez dónde se confirmaran las aguas desgarre? Y. O. Enmienda
la historia de Lot. Allí Corot. En el estado paranoico de este poema. Cuota el silencio.
Y para el bien de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario