Cuervos sobre un campo de trigo y Vincent Van Gogh (27 de julio y 1890) |
Desde aquí a Indianápolis el mapa, una pared
azul frente a mí sellada. Desde su escala asume y desplaza, rigidez, un toque cromófilo,
sin condición alguna.
Levanto el brazo y de un lado un hilillo de
babas, vertientes y corrientes, perpetúa el rigor de una manada de mimetismos
en los que la vida regresa retocada por la maravillosa lámpara del inconsciente.
Cuando vomito. La naranja. Gástrica y olorosa.
Una melaza de mí sin progreso. Que me saca la vida. Que revienta en ese gusano
blanco en la costa de cada cosa.
Al cruzarse los campos de trigo el amarillo deja
de responder al otro amarillo. Y en medio, una línea se extiende sutil y
divisoria como un viaje.
Desde aquí a Indianápolis la lengua no me
responde. Sus ventosas amarran este momento al peso de todos los pixeles sobre
el pellejo de los campos.
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