Las
hojas y el moral, bajo el ejercicio del otoño, formato de los perales, abrochan
los naranjas, seroso desdeño por las laderas la rotación. O. Un parecido sin
causalidad. Que en el movimiento cede y penetra sin precipitar. Arrebata por su
lectura en la lectura. Las lañas y los féretros por una tarde (leída) entre los
morados de Eliseo Diego en un pub de Maam (y) los residuos que van a parar en
el inesperado encuentro -momento de inercia- entre lo resistente y aquello, la genealogía de un mapa enrollado. Y un día. Crea a un aparecido y sostiene ese instante hasta
que llega el algo, esto, y lo mueve para que logre presenciarlo.
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