Grabado siglo XVIII Concierto en el coro de la iglesia de Santo Tomás, Leipzig |
26 de marzo y el 2012
Eccema del aire. Raspa desde adentro, redobla por los sonidos y se aloja con tal agudeza que desde algunos árboles, ya desconcertados, levantan trinos y vuelos los gorriones. Esa sopa matutina. Se mueve en su mar de imprecisiones la palanca. La que jala. La que maniobra y se desperdiga. Para que el día se desarraigue y sea una proeza otra vez. Repaso, en el pasto húmedo de las praderas de Rutherford, algo extraordinario para contarte. Pero, tengo poco en el peso ocular. Cargo en la lengua con la iglesia de Santo Tomás, Leipzig, y los collares de semicorcheas y fusas (recortadas) en las barras de los tendidos eléctricos. Me recojo los dedos en un clavicordio veloz y bien templado. Ese irse tengo según paso. A mi derecha, el sol se levanta como un bombillo en un cuarto vacío. Lo tuerzo tres veces a la izquierda. Cierro los ojos. Y se apaga.
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