Cuál punto aquí es mi desierto. Cómo se
esparce jardín. Qué beso. A qué le paso las yemas y se transforma en caldos
para la nada?
Dejo que sea trono para las abejas el rumor
donde se estrella el girar de esas/mis espirales. De la memoria?
Y le digo Sí a un color. Negro. Azul es una fuente,
una serie de cuencas. Amarillos. Entre las retamas de los tintoreros El Camino.
Allí se me aparece la ligereza, el milagro por los campos de San Esteban de
Gormaz, y el éter en su noche.
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