miércoles, 23 de diciembre de 2015

Interludio (Mañana de bruma)

Wolken (1970) Gerhard Richter

Frente a las ventanas, la línea de los cedros no es otra cosa que la maraña de pérdidas, aguas en un resistente enrollo de caídas y espacios.

La niebla y la mañana. La tecla espesa de lo gris rebosado. Detrás. Se desplazan los autos de este a oeste. Tras ellos un hilo quirúrgico zurce el agujero, se registra si el valor de este confín tiene algún adjetivo a la derecha de los verbos.

Allá, quizás por debajo. O. Y.  A un lado de sus propias palabras se funde la gente en el asfalto sin que se escuche a nadie denunciar lo que se encima.

Lo que aparenta ser materias sobre la trayectoria, cabezas, como seres, se deforma en nubes, en frutas desabridas, en una extensísima industria la pauta del vidrio, y este momento.  Y si giraran, si llegara la iluminación, mejores palabras en un orden posible para corregir todo esto que se distancia?

Inercias y fricciones. Retazos. Se levanta la ceguera. Se arma el orden en un estado de muerte inasimilada. 

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