Un galgo blanco de Paul de Vos |
Es rápido.
Una traza de Propulsión al entrar en el bar. Un sello del desguinde para un tentador
Sin Embargo. Mi Verbo estado de agonía. La inversa cuestión del dolor ante la
pregunta. El efímero y raquítico doblaje ante dos vacíos o un simple espejo su torcedura
como los galgos jubilados en dócil adopción en esta cervecería de Hillsborough
donde los bebedores les acarician como si ser veloz fuera la misma tragedia con que
se trabaja toda una vida para llegar aquí. Aquí. Y ser un animal de pelambre
integral. Y. Ser lo suficiente veloz. ¿Cómo comprender cuándo algo es más
amargo que la península del dolor. O. Un ritmo. Un toque bucal para La
Velocidad en el borde. El Cauce después de la espuma en la pinta sin poderlo
beber?
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