Entro y me repito. Antes de retorcerme en la
letrina, por qué en la total negrura, al lado de su camisa, El Abuelo a rayas no es a quién recuerdo. Y. 1969.
Los dos abuelos. Palmar y cafetal. El momento
ese dónde quedan los dos casi sonriendo. Y el corpiño de ella suelto por 1926.
Cuándo en los ojos de un burro muerto ahí se transforma
el palmar en 1999.
O. La Abuela, pixeles en regreso, ya no sabe, en el
sopor de la hierba, quién puede justificar si soy o no 1957.
No hay comentarios:
Publicar un comentario