miércoles, 16 de julio de 2014

Vigía

Jose Dávila



De suavidades y opérculos. Dicho bulto -rubia o trigueña- una sordera. Señalero, tres o cuatro sus diagramas, es flor la piel. El despeño, [a, b[ intervalo semicerrado de los pies. Imanes sus dientes por cepillar. El pelo revuelto. Por sus axilas cruzo la mirada, la luz molesta, al traqueteo de estos aires mientras la espuma se hace fruta en lo alto del moral. Yo que sueño poco Sueño un pupitre, una tortura de nueve horas conjugando el mismo verbo sobre el mismo cuerpo, entre las mismas costillas, dentro de la misma tripa que espita, rodea, elabora e infla don la materia, y que, en primera instancia, es su acción caricias por donde soplará en su vidrio otro- un dios más torpe- para detonar el deseo que tendrá el hombre por esta mujer que aquí dormita- ella- inconsciente que alguien la conserva desde muy cerca.

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