domingo, 9 de julio de 2017

Diario de verano (Salsa de capón)


Suma (1982) y Cy Twombly

Tenía. La gárgara expuesta y el rumor del moral debajo del único amor que persiste. Tenía de hecho La Constancia. Duermo día y noche y nadie a mi lado se imagina que ser una línea en una página de tanta mierda de historia y versos es una especie de sapo tranquilo que sobre la roca sabe cuándo saltar a su vacío. Y hubo un estruendo. Apareció un poema en el charco. Firmaba un índice de alguien, un rubor cibernético. Como tocarle el fallo a Isabel de espaldas cuando hace huevos hervidos, y, ella, se gira de repente asombrada. Y aquello, en un solo verso guardián, mono vocablo, asustado por encima de su pretensión, se me ocurrió era lo que siempre he huido. Pero, el rumor se fue. Y tuve que salir a la tienda a buscar 2 botellas de verdejo. Y la importancia de lograr la salsa para el capón me fue embragando lo que imaginaba. Y cuando llegué aquí, no había casi nada.

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