Como
dice Bukowski. Responder a la lata porque su interna combustión posee 4 tragos
largos. O. Cortos.
B.
también dice, y aquí cuestiono el bisbís, que se puede hacer poesía en las
quetas de un poliqueto. Y quedar sobrado ante la nomenclatura de algunos
sobrios dilatadores, aduladores fugitivos, y después de 3 botellas de Fino.
Concuerdo
con B. que el prisma, si es publicitario, duplica las numéricas, las historias,
el vejarse desde la velocidad con que se contiene el primer estado de un porno
vitral. Nada allí es poema, dice B.
Es
más, se doblega, según B., la estadística cuando te acercas y alguien queriendo
ignorarte estira el cuello y pregunta si anoche hubo fechoría o
Mercotenaticería
después de la quinta copa.
Ave
del eco frondoso es la luz del fotingo. Según B. Son los ortos índigos cuando
les pones manos a sus blancas azucenas. Las cosas se repiten o repugnan. Según B.
Y se aprende a ser reparable. Aun cuando no lo piden. B., sin embargo, ahitado,
pone un dedo en FA. Y allí deja plantar esa patria de los binomios incapaces.
Existe
El Resplandor que se iguala a la desafortunada capacidad de B. Y no porque yo lo diga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario