Bernardo Bertolucci |
El día irradia y se desploma.
El autobús tensa dos axiomas,
las calles trenzan tres arquitrabes
con las oxidadas cuerdas de los sauces.
También le extirpan a Isabel
cuatro pólipos en línea
por un bello cocal que se mece
en la lejanía. O. Y.
Donde Bertolucci parece haber muerto,
según Heráclito,
en el hipocampo de Los Soñadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario