miércoles, 15 de mayo de 2019

34 poemas, el seis

Fernando Pessoa

Aspirar. Por respirar. Por múltiplos de aires dispuesto me angulo sobre esta mesa. Un redondel como momento. En el que mirar por la ventana interrumpe, ensambla lo extático, y se posa en las llamadas de mi padre, aplica divertículos a la amistad de Blas, y amortigua -en el fondo un gigantesco cedro doblado- las nalgas de Isabel y de K.

Y llueve. Hace una semana que llueve. Y el sabor que aquí se acumula, absoluto pesar de esta lluvia incesante, me hace creer, una vez más, en aquel Pessoa (Tabaquería y Álvaro de Campos) estacionado detrás de un día sin compás y cartabón.


Por lo demás. Un grupo de mexicanos empareja el césped frente a una casa. Entre ellos, las máquinas vibran y cortan las aguas. Y. O. Ante ellos, Uno inclina el rostro y evita que la lluvia le caiga en los ojos.

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