Bodegón con guanábanas,1891,Francisco Oller |
Y en el borde, donde el radio corta, luz verde, y
cruza, creo ser exceso. La revoltura de la piel está hecha de un esquema lejos de
cualquier posibilidad que pueda salvarme. O. Que se incline sobre el cuerpo diluido
de Isabel. O. La mano quebrada de K.
Pues. Al otro lado. Se suscribe el deseo de una carencia
que nada siente. O. La invitación de una pantalla al aparecer la pulsación de
una compra: pixeles (Skype) que se imitan desde lo íntimo. Y de a poco
desaparecen.
Sin embargo, en el centro de todo esto (desconcierto) la memoria. Y. El aroma de una guanábana partida en dos.
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