viernes, 17 de mayo de 2019

34 poemas, el siete

Charles Baudelaire


Y al encontrarme, cara a cara, descendiente del caos de mis abuelos, doblado, hombre de vaso, me excluye (me sorprendo) la inesperada y cómica estirpe de un tipo ecuánime ante la memoria y el deseo.

Debajo. Y porque una banqueta me sujeta. De cuatro patas de madera (barniz pellejero) me sujeto a la entrada de una gruta donde un etílico carpintero taladra, y fútil, al cabo, duda –si ya no hay duda- que Baudelaire hubiera querido ponerle rabo a Eros sin usar ni un solo clavo.

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