Jan Lukas. Sans titre (1946) |
El plumaje,
trizas. A mitad de carretera un pájaro muerto. El resto de los motores y sus
ronroneos, salidas desde las sombras a una velocidad incontenible por las
glándulas, engrudo que me acerca a Ka. Ese olor a sobacos con sus puntas
(erizadas) en dirección a mi Parálisis. Caucho y asfalto sus brazos, el
ingrávido recorrido de sus dedos al roce. La carga. Las nubes bizcas y
sedientas. Hasta que en la concupiscencia vuelve su piel a pasar tan veloz como
lo último, sin pedirle permiso al destrozo. Se oye dentro del caracol como transcurre en una distancia etérea el ronquido invisible de lo perdido. Y sin
embargo, el resto queda en su sitio. La mano de Ka en mi brazo. Azucarado
atisbo en su voz cuatro castaños moviéndose. Los blancos intermitentes del
peralte enflaquecidos.
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