Antonio Vidal Fernandez |
Las aguas. Por el baño aparecen las piedras, esquilado un deber en los
derrames al lado del envejecido jabón, ese oscurecer de múltiples y angostos
movimientos cuando un punto se aleja, y no es más que aguas cayendo, Adornos en
vez del viento que afuera azota, Una mirada compulsiva de globo motriz la
finca longitudinal en el cuerpo de la cascada, Y que, Como un puro desconcierto, se aleja cuando cercanos a la piel se abren paso los facundos, Y de repente, se
envuelve en la forma dura y abierta del grumo antes que acrezca lo seco.
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