Anemona |
Las compuertas. Anaximandro es el nombre. De una
lagartija que en un hombro descansa bajo el sol. Junio tan cerca como enero. Pero tan
lejos cada intuido cajón del espacio. El latir de ambos. ¿Quiénes ponen fe para
que el cuerpo arroje sus células, y contra el polen compita, anémona, en el estero
mayor del neuma? Como están sentados frente a la calma aparece el enigma, la
apariencia de un diálogo, y el logos que allí brilla y habita sobre el plato de
la quietud doblega, procaz, (la) pregunta cuando el rabo de la lagartija se enrolla.
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