27 de enero y el 2012
Nube. Péname tanto este contenedor. El movedizo intervalo que de mi piel al polvo hace un ejercicio de inútil diario. Enmudezco en lo que tú y yo pasamos por estas quincenas. Por ejemplo. Vivir fuyente y aparecer junto a un florero con rombos en un hotel. Y.O. Dentro de un Kandinsky sin azafrán. Como en las fotos. Donde los hijos nos reemplazan con sus rostros y cansancios.
Sí. Péname. Donde palpo y no encuentro. Cuando retengo y lo único que sale es esto. Una inexplicable tos. Tu nombre tus pechos el olor de tu abrigo el sabor de tu lengua que por el cielo pasa.
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