Blumenstrauß (2009) y Gerhard Richter |
Regresa
regato la blancura girada. Cerezos y cirros, la cortina bamboleando. Y el exceso,
lacerante, de esquimales comprando sardinas. Raro el florero de Isabel. Domingo,
ramos. Venusinas flores, y palpa, también, en su templo chino, la tranquilidad
mientras duerme contra el cuero del sillón. Mejor momento no tendrá hoy sin
exceso el eco, sin gorriones la escalera de fuego, una leve y agradecida
corriente a 29 grados adentro sopando en su infiernillo oloroso mientras
sucumbe a la albahaca, al brote de calabaza, y al masticar, misterio, en el
pistacho su resistencia. Se arrima cerveza IPA. La piel alivio. Espumas el Monte Sinaí. Sobrevive, una vez más -falsa acacia-
la acorazada psoriasis.
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