29 de enero y 2011
Una fracción de la fracción es lo que tengo metido en el apartamento. No es fiebre. Quiero decir que tengo atorado una bola de elementos en un delírium trémens. Una continuidad de lecturas que anoche se me han enredado en una pregunta. Me he levantado en otro sitio. Se me ha acumulado otro tiempo. Ecmnesia o falta de vitamina D. Quizás. Una secreción glandular por las palabras me lanzan a la calle. Lo vengo destilando desde anoche. Quiero decirme algo y no tiene dónde ni por dónde entrarme.
Salgo para hablarme. Antes, salía con esa voracidad.
Las cosas. La gente. Las tiendas. Un bolero se me mete en la cabeza. Y sin embargo, se pone a disposición de un momento que no registro. Doy un paso y las botas son las mismas que llevo hace tres semanas. No me quiero describir con las manos en el peacoat. Son tres palabras.
Estoy por llamarme a mí mismo y regresar a mi cita con Diógenes. Miro el Blackberry. Y cuando salto un charco de nieve ya no me detengo: le compro a mis padres dulce de leche y 6 empanadas.
Cómo es posible que con estas crispaturas y secreciones me pueda sentar con mis padres a mirar una película de Van Damme.
Unos copos de nieve me alivian. Cayeron en la película que vi hace un mes. Y camino de regreso. Bergenline Avenue.
La luz parece un telón hecho de fibras de anécdotas y cuentos de familia. Me revienta la tarde.
Después. Frente a Chicas Bakery, un tipo me grita en la cara, desaforado: “Vivan los pobres de la tierra.” Supongo que es cubano por su acento. El reloj marca las 5 y 43 pm. Por si alguien quiere asegurarse, este reloj lo compró esta triste ciudad y lo clavó como un monumento, el cual aparenta dirigir el tráfico y el tiempo, antes que la Avenida de Bergenline se divida en doble vía.
1 comentario:
"salgo para hablarme" !!! awesome.
no sé qué estás haciendo, pero funciona bien cabrón. tengo ganas de darte un nombre, digo, no a ti, sino a tu escritura. parece que estuvieras caminando dentro de una película y la conciencia te diera saltos tridimencionales. ya pensaré en un término... soy muy nominal. parece.
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