Encubre pertinaz e incierto cortinaje pellejero lumbres y poros y sebáceas- escondidas- glándulas para que recorra o corra
o barra con uñas y millos en lamidos el resto del día que se estrechó en sus láminas
de polvos, jabones, telas y lubricantes,
protectores y oraciones cuánticas y perversas, para aislarte de ti. Ahora mi
deseo desmadeja aunque amagar y no dar. Doy sin reír a la puerta de esas
mazmorras los últimos toques de un payaso sin atuendo, y ante ese espejo- tú- al
revisar que aquí me detengo la pauta hacemos al unísono, entre los dos atorados
y por medio lo que se quiere que llegue de una vez y por pocas (alarga)
(propone) (pospone), inseguro, contornos y mansedumbres.
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