21
El sabor difuso de un día en El Camino me vuelve
A traer en sentido contrario tu ausencia.
Miro mis pies. Cuento con el bordón
Los anillos de las piedras. Entro en un bar
Con olor a espumas.
Salgo a una tierra tostada de ajos. Ondula.
Un rebaño de ovejas pasa a tientas.
Lleno de voces de campanario
Hace gestos el pastor en la polvareda.
Y allá, la distancia sobre todo aquello.
El viento que lo empareja todo con su sombrero
Movedizo. Los trinos entre los zarzos.
Después, se escurre un goterón hacia mis labios.
Así me acerco a la sal de tu piel.
Y una cosa es verlo y otro sentirlo.
Un nubarrón se abre y se vuelve a abrir como un sirio.
Se me llena la distancia de ti. Se me nubla
El sentido. Me tiembla el bordón.
Quedo helado esperando
Que aparezcas.
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