viernes, 25 de septiembre de 2015

El deseoso (Harinas)

Portrait Liz Kertelger (1966) y Gerhard Richter

Glauco yo y esmerado en tientos, retocado frote de bollerías, las harinas casi imposibles blancos, en guayabas torcidas, tocino del blanco a la quemadura. En efecto confiero, respiro por la cabuya, trompo roncador, porfiado en tu diestra que espanta las moscas de mi espalda y del mantel-  donde flores amarillas derrama, plásticas, contra el linóleo y hacia la vergüenza bajo las uñas de mis pies. Cuando por fin te llevo a la boca falta un trozo, un poco de esa novedad. Pero. Ya te has bajado la bombacha. 

sábado, 12 de septiembre de 2015

El deseoso (KA)

Stuhl (1985) y Gerhard Richter

En una tarde de Nueva Jersey. Cráteres, las axilas rasuradas en sus montañas. Después de varios pestañeos se escucha en medio de sus aturdimientos la tracción por los vacíos.


Le echo de menos a KA. Puesto el rostro y en él sus ojos. Un cuello que gira. Lo pongo frente a mí sobre un quebrado. Y donde aparece- lumen- toda mi incertidumbre en equis, presión parcial, la fugosidad.

A tal punto que salgo al patio. Debajo del moral me siento en una silla de playa donde recoge, entre el verde y el aqueo, un descarnado amarillo. Si fuera canario- pero se interroga en un ligero temblar, la última ráfaga de viento, como si alguien se hubiera de ella levantado, y caminara, ahora, sobre las hojas, el deseoso. 




sábado, 5 de septiembre de 2015

El deseoso (Esta delgadez)

Autorretrato con brazo torcido sobre la cabeza (1910) Egon Schiele

Esta delgadez se traga mangas hechas del barrer, restados, y aromáticos encuentros. Frente a una trusa el agua es igual a la torpeza con piel, añora y se expande en las colas. Esta delgadez no deja de ser referencial. Un acústico sobre los huesos entretenidos. Alguna que otra foto desmontada en el diario. Intermitente. Pero ajusto, esta delgadez aparece contra el vaso de cerveza. Sobre alguna parte en la redondez de la mesa dónde desciende el mantel de flores amarillas que puso Isabel hace mucho tiempo. Y muy cerca, la boca- calle del plato- insiste en su búfalo atacado por un vaquero a quien su mujer le fue infiel con el vecino. Igual. Son algunas casualidades esta delgadez y la suma total de algunos hechos más distantes que yo. Y no por su rabia. Y. O. Nombrar por sus rabias. Uno pierde esas condiciones cuando tuvo que estar. Entonces aparece en el espejo. Ensamblaje. Simplemente esta delgadez. Asume la presencia -temporal- de una fina ausencia a partir de (hoy) Lipitor, lípidos, y a simple vista, más cuerera y fútil, liliputiense.