Etílicas 33 (Yard IPA)***

Head of J.Y.M. II (1984-85) y Frank Auerbach

Feliz por 23 segundos, a 95 aproximados quilómetros por hora, mi cuerpo -se- funde con la escarcha, y en los pantanos, según sube la marea, todavía por llegar al aluminio del frio -se- extiende, amenaza a los edificios de Wal-Mart y el Hilton en exactos metros entre un punto y otro. Desalojado pliega un dictamen, compadece- proturas como iceberg- ante el estupor de los vehículos, el intervalo. Paisaje su omóplato y tumefacción, ola sin comentario, sin pender sentencias, sosegado, transcurre el ómnibus donde líquido voy.

Etílicas 32 (Óscar Blues Little Yellow Pils, 5.3% abv)**

Isla Decepción

En la Isla Decepción, el guardián de la vida se eleva por el cráter de un permanente silencio donde nombrar es quiebra, y por un instante, contorno movedizo de un plan de siniestra presencia, un suspenso ante las oscuras rocas del abismo, deformación cegadora, paisajes- grises, rojos, negros- microbios y gestas, una corona afilada por aguas que emergen en estridentes y atascadas bestias.

Bajo el imán del movimiento calla el liquen. Anomalías, repercusiones, las cargas se disuelven y se alejan de los instrumentos y el latido del hombre. Y en retirada, El Verbo en blanco riega calma sobre el tiempo y, como alivio, en las íntimas calderas de la tierra se sumerge.

Etílicas 31 (Dogfish Head Theobroma, 9.0% abv)***

Un chico durmiendo y Mischa Askenazy

1

Der Grist hilft unser Schwactheit auf. Grave. Motetos partidos. Una cuerda- sopranos- por la luz entra entre las cortinas y eleva los polvos con suavidad (tan sueco) que siento esas ganas, como a los 7 años, de caminar por dentro de un frasco de nieve.

2

Hecho de miniaturas y ecos, El Parásito blanco en las esquinas de la ciudad no se entera que acecha caerse como un techo, amplificando voces, vibraciones, cadencias y ventoleras, Fa y La, que escalona, tablado, sujetando a las gargantas de la nevada, mi fiebre. 

Etílicas 30 (Heavy Seas Robust Porter, 6.7% abv)***

Egon Schiele

La secesión se inicia con un trago sobre cosas que faltan. La cabeza, ensamblajes, aúpa en los ventanales aroma y amargor como si fuese peso. Todavía mar por manos, robustez, encrespa, y, yo al lado, clara línea, me desprendo. O sea, líneas de A y B destiladas rumbo al fondo y hacia al retrete del bar.

Etílicas 29 (Kane Head High IPA, 6.5% abv)***

 

Haus (1992) y Gerhard Richter

1) y las 3 y 35 de la tarde

Desde acá, veloces, las miradas de estas avenencias etílicas, transforman por pura ida y vuelta, e insistencia, el trámite de las caobas que constriñen al bar.

2) y las 4 y un minuto de la tarde

No cabe duda que pondrá más adelante, y con plena denuncia, el cuerpo su fucsia según la tarde vaya tallándose en noche.

3) y las 4 y 19 de la tarde

Por debajo, y a pesar de la música, pierde contrapeso el sujeto. Rachmaninoff, Ray LaMontagne, la voz de Glenn Frey y The Eagles, Pedrito Martínez. Alguien, al final del bar, hace un gesto por Ignacio Cervantes. Y aparece un glosario como un campo de coliflor convexo.

4) y las 5 y pocos minutos

Por encima de estos vasos y a través de los vidrios, al cruzar la calle, acullá, junto a la gasolinera, La Casa translucida, puérpera, abierta de puertas y ventanas, alberga, a la sombra de sus paredes, los acantos.