Peupliers a Giverny, Claude Monet, 1887 |
El vacío. Según el lado
seco de la fuente cuando llegan los gorriones. Y al instante el vértigo del
agua, partícula momentánea, copia de sus ojos el rumor. Se detienen. Cursor
desde el fresco se levantan en una pelota (golf) y al revolotear, arcos, puede
verse UNO, desperdigado el vuelo, sobre los álamos temblones de junio.