Edición Hetzel de Las Aventuras del Capitán Hatteras (Carátula estilo "Aux deux elephants") |
Pequeña, me digo.
Sin iniciar el tamaño. O. Pronunciar en volumen la voluntad de su peso sobre la
siesta que sobre mí casi estanca el momento, levantarme, hasta ir al baño a
mear. Y. Un instante, cuando sacudo a riñón la gota, me resuelve el entrar
contra la pared sujetando con ella un mundo ya perdido. Algún monstruo habitado
en colores de una postalita donde Julio, el Verne, se pierde en un gigantesco
pulpo entre el morado y el rojo. Por si ello fuera un modo de existir, al
regreso, se da la vuelta bajo la carpa del circo toda su pata paquiderma, uñas,
cundeamor, y trompa, y esa pesada lengua, casi junio, que degusta el amargor en
el canaleto de mi oído.