lunes, 1 de octubre de 2012

Pie de rey







El oleo, abajo su candor cuando bajo el pie, su asunto otro como todo asunto, un roto de pie, pie de rey, una honda descalcificada cuando a los labios abro el árbol a la luz, a las cosas penetradas, y lubrica. Y otro el resbalo, el conteo de llevar con uno un trasiego sin dones, y hasta allí donde se es carne, solo silueta y montones de urdimbres, esta condición rosada y paralítica. Tan mía como tan toda nuestra. Aquí, tenue, cuando levanto el pie al cruzar la calle.   

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