viernes, 15 de febrero de 2013

Marranas 48




#
Las suavidades del necrocomio, y los jardines de los suburbios, acompañan a la ausencia de la voz y al chirrido de los frenos cuando a punto están de atropellar a madre e hijo.
#
Y duermen los cerezos sin fijarse en esas cosas. Desde las banquetas de los bares las garzas del invierno se ven pasar con sus bufandas.
#
Se arrima el estupor. No hay reparos en las sombras que partieron de los cedros.
#
Por el lado amniótico de un balut: seguir succionando el féretro.
#
Un ataque a las flores del jarrón de febrero. Cuando no tengas nada que decir, dilo. Cuando sea necesario comer, calla. Si mueves la montaña, caga.

No hay comentarios: