viernes, 10 de junio de 2011

Bruder und Schwester (1933) y Max Beckmann


10 de junio y el 2011

El huevo está hervido. Ruptura. Eclampsia. Se ha descascarado ante el ojo (arriba) la escena de un acto genésico. Esto parece un juego o una fruta (juguete) que ha expuesto sus semillas. Antesala al imán de los cuerpos (acontece) el soplo de la palabra (erótica). Se le ha escurecido el rostro a él. Ella mantiene el secreto en el oído. Lo dibuja con los ojos cerrados. Lo amplía. Si a un mundo dividido en dos cuerpos y al negro tajante de la espada se les atribuye la inecuación para un orden, ¿a quién se le puede atribuir la otra adivinanza? La mano de ella tienta esa frialdad incrustada en la propuesta. 

Yo los seguiré observando por una cuestión de cercanía. Les pondré la envoltura (no tengo las palabras) que traspasa hacia la oscuridad del primer gesto (multiplicador). Quizá Bach, mayor escala, lo haya sentido en una de sus variaciones.

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