viernes, 25 de noviembre de 2011

Pasajero 22

30


Una vez había pasado por Petrozavodsk
Agarrado de un ferrocarril, una línea infinita,
Entre el corazón y los porqués, enalbado,
Y en la boca, casi a punto de recitar
Su propia muerte, un pulso exhausto
En aquella noche que cerró sus ojos
Ante la eslava de piel hervida, a quien
Sobre el blanco y contra el blanco
De la noche le asestara, como pieza de astracán,
Un espejo para observar el alma,
Para que él se rindiera, tal vez, una única,
Pensó, y última vez.

No hay comentarios: