Cardenal Don Fernando Nino de Guevara (1600), El Greco |
La uña del pulgar se le había roto. Se me cayó,
dijo. Levantó la zurda y sacó el dedo perdonando a un gladiador, para que no
hubiera duda. Dos meses. No recordaba si alguna vez había tenido dos meses para
criar una uña y que le creciera al punto que se cayera por su propio peso. Dos
días antes, el domingo, pelando una banana, le había notado la uña y le había
dicho que no estaba seguro por qué me desagradaba. Algo no está en su sitio. No
parece tu mano. Me recordaba, le expliqué, al dependiente del Walgreen, al chico
que trabaja en el departamento de las fotografías. Lleva unas postizas, blancas
y puntiagudas, vampiresas. Lo vi de negro caminando en New York Avenue. Llevaba un estuche de guitarra en la espalda,
añadí. Manos parecidas a la de un muerto. Pensé. Pero no se lo dije. Si están
verdes las bananas te podrían dar dolor de estómago. De niño las comía cuando
estaban casi negras. Me gustaban calientes. Las ponía al sol. Después corría al
baño. Y casi sonrió. Antes de tirar la cáscara hizo un gesto, desde la derecha,
que conozco bien. ¿Por qué la otra uña no te creció a la par? Parece que tengo
una parte muerta. Y no quise decir nada. No quise hablar de la muerte. Ni
mencionarle unas uñas que se me habían quedado en la memoria. Las de un hombre
muerto sentado en una sala y por donde entra la luz de un patio y se oye la
nieve derretida caer de los techos en un constante chorro. Lo que le dije fue que si alguna vez le
interesaba ver una mano misteriosa debía buscar el cuadro de El Greco “El Niño
de Guevara”. Esa mano me estremece, le dije. ¿Te recuerdas del libro que me
compraste cuando comencé a enseñar los cursos de arte? En Time Square, creo. El
tipo usa unos lentes. La mano encrespada. Como la del Papa Inocencio X. El de Velázquez. Oh. ¿El de Francis Bacon? Ese. ¿El
que te hizo escribir el poema de la carne cuando murió mi madre? Ese, sí. ¿Dónde
se habrá metido el libro? Hace años que no lo veo. Oye, ¿no crees que sea un
anacronismo llevar lentes en la época de El Greco? No sé. Google it. La exposición
de El Greco en Japón termina el 7 de abril. No pensé que aguantara dos meses. Mira,
la encontré en el piso. Y la puso en la mesa, delante de mí. La encontré en el
piso, repitió. Te la guardé. Por si quieres comértela luego. Gracias. Sí, sí. Luego,
le dije.
No hay comentarios:
Publicar un comentario