sábado, 19 de enero de 2013

Un cuadro de LUZ




Vincent Van Gogh, Recolectando aceitunas


Si las besara y dejara una mancha blanca. El insípido desquite, truco esquivo, de un cuadro de LUZ. {Las tetas} de esos olivares, en tanto, excluidas en un desvío del camino, y la mujer de Pedro, 36 años almazara.

O si pusiérame  a  jugar con el tema de esta amputación (arcángeles, american express, puticlubs). Y las indulgencias, tala, punto, pues ajusto el belfo en una estampida de fricaciones y expongo mi trasero felpudo a los neones de esta verdad sobre flas cosas donde los verbos extirpan, y que sin dudas, grillos todos en cueros o en excelsis deo pronto editan cuan bella fue y silenciosa en el baile la mujer mía,

en vez de haber salido de allí, el yo sin preceptos, sin excusas para conversar con el número excitante que le esperaba. Yo que he hecho tan poco, qué puedo decir. En el retozo abundan, ésteres y estirénicos, animales que copulan en esos cuentos de la niñez, y, aunque alguna vez pidan traducción, estas cosas suceden y aun se viaja sobre una tabla semental. Y sin vapor. 

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