jueves, 17 de mayo de 2012

Las mañanitas




Ya no. Ni tábano recogiendo miel del ojo en la última luz. Ni furcias ni marucas. O. Un palabrón de tamaño tamañudo, de extremaduros jamones en sal, y curtido de la mejor bacteria. Tampoco. Se escapa la mañana. O. Y. La rumba del café en las evacuaciones alvinas. Esta mañana en griego, en puterías, y los pleitos a espaldas de la lectura de Mario Montalbetti. Un rasguño en la verruga y este pus (morado) de pruritos e {a} intervalos degenerados. La suma tul en la garganta. Las postrimerías que nunca salieron a desnudarse con el desnudo. Una lista breve. Ya veré, en el color Luis XV de mi tacita de Limoges, a sus degollados.  

No hay comentarios: